Se refiere al origen formal de las normas del Derecho positivo. Las principales fuentes son la Ley, la Costumbre y los Principios generales del derecho, que actúan como pilares del sistema jurídico. Estas permiten que el Derecho objetivo se mantenga dinámico y adaptado a la realidad social y normativa.
Aunque tradicionalmente no se considera fuente directa, la Jurisprudencia cumple un papel complementario, aportando coherencia interpretativa y continuidad en la aplicación de las normas.